La
Segunda Generación de Acuerdos de Libre Comercio:
El Caso de América del Norte
Prof. Dorval Brunelle
Departamento de Sociología
Universidad de Québec en Montréal
Desde
el final de los años 80, América del Norte vive bajo un régimen
de libre comercio de un nuevo tipo, que identificamos como una segunda generación
de acuerdos de libre comercio. La primera generación, representada en
particular por el sistema de integración que prevalecía en Europa
( Unión Europea) y, en cierta medida, por el MERCOSUR, estaba caracterizada
esencialmente por un aproximación constructivista, que ligaba las dimensiones
económicas, políticas, sociales y culturales de la integración.
Por el contrario, la segunda generación ha sido creada sobre la base
de una integración económica en profundidad (?deep integration?),
que exige severas adaptaciones de parte de los otros actores. Vamos a subrayar
algunas características del acuerdo de libre comercio norteamericano
(ALÉNA, en su sigla francesa) y vamos a analizar ciertos efectos del
acuerdo sobre las áreas subalternas.
1) El libre comercio en América del Norte
El acuerdo de libre comercio norteamericano, (TLC/ALÉNA/NAFTA), que une
en adelante los destinos de los tres países de América del Norte,
entró en vigor el 1° de enero de 1994. En su espíritu y en
su forma, este acuerdo prologaba y profundizaba los contenidos de los dos acuerdos
bilaterales que los Estados Unidos habían negociado anteriormente, el
primero con Israel entro en vigencia en 1995, el segundo, con Canadá
en 1989. Los contextos de estas dos rondas de negociaciones merecen ser recordados
rápidamente antes en comprometer una estimación del conjunto de
las repercusiones del ALÉNA.
Hacia el acuerdo Canadá - Estados Unidos
Canadá recurrirá a la negociación de un acuerdo de libre
comercio en la línea de las recomendaciones de la Comisión Macdonald,
creada en octubre de 1982, inmediatamente después de la repatriación
de la Constitución en abril. Según los comisionados, el libre
comercio aparecía como una estrategia susceptible de hacer frente a un
doble desafío: uno de naturaleza política y otro económica.
En el nivel interno, si la crisis política había sido desarticulada
parcialmente gracias a los resultados del referendum de mayo de 1980, no era
menos cierto que la repatriación de la Constitución exigía
la puesta en marcha de un ?nuevo federalismo?. Mientras que en el nivel externo,
conviene recordar a que punto el contexto político internacional había
favorecido la emergencia y la consolidación de un cuerpo de doctrina,
identificado desde ese momento con los que hemos convenido en llamar neo-liberalismo.
Es el candidato republicano a la Casa Blanca, Ronald Reagan, que inscribirá
el proyecto de libre comercio con Canadá y México en la orden
del día de su campaña electoral del verano de 1979.
En el nivel económico, Canadá era de más en más
objeto frecuentemente de represalias por parte de su vecino en virtud de las
disposiciones del Trade Act de 1974 y de 1979. Paralelamente, la ampliación
de las negociaciones iniciadas por instigación del Presidente Reagan,
en el marco de la Ronda Uruguay del GATT, fue sin duda el factor determinante
en el comienzo de las negociaciones. Recordemos la importancia del desafío
planteado por esas negociaciones que se atacaban a partir de ese momento a la
liberalización de los mercados de los servicios y de la inversiones;
siendo el primer sector uno en el cual los Estados Unidos acumulaban superávit
importantes, mientras que su balanza comercial permanecía y permanece,
de otra parte, siempre deficitaria.
El acuerdo de libre comercio, en ese sentido, constituye perfectamente un acuerdo
comercial de nuevo tipo si tenemos en cuenta el número de campos cubiertos
de una parte, y sus numerosas e importantes innovaciones de la otra.
Y, en ninguna parte esto es más visible que en el capítulo 16
sobre la inversión, en el cual las disposición preveían
entre otras cosas, la liberalización de la compra de empresas, la limitación
de ciertas ?prescripciones de resultado? (art. 1603) en términos de contenido
local y de remplazo de las importaciones, en particular ( con une límite,
sin embargo, concerniente a los mercados públicos) y, finalmente, la
expropiación justa y la transferencia de ganancias.
Hacia el Tratado de Libre Comercio de América del Norte
Apenas firmado el acuerdo de libre comercio entre Canadá y Estados Unidos,
la Casa Blanco dio comienzo a las conversaciones con las autoridades mexicanas
esta vez. Para decir la verdad, conviene subrayar que para los Estados Unidos,
un acuerdo a tres se imponía a causa de los importantes superávit
comerciales mantenidos por sus dos vecinos, que eran de más en más
frecuentemente blanco de medidas de represalia en virtud de las Disposiciones
Especiales de la Ley sobre el comercio (Trade Act de 1988). Entre esas disposiciones,
retendremos dos: la identificación de prioridades en materia de liberalización
del comercio y las iniciativas especiales ligadas a la propiedad intelectual
y el acceso al mercado. En consecuencia, la iniciativa del Presidente Reagan
apuntaba a las prácticas dichas ?injustas? (?unfair practices?). La verdad
es que, desde los Estados Unidos, los dos procesos de negociación eran
conducidos paralelamente, de manera que después de la entrada en vigencia
del acuerdo de libre comercio con Canadá, el ?Economic report of the
President? de 1990 hacia parte de los progresos en las negociaciones iniciada
con los mexicanos.
En cuanto a Canadá, debemos ver que se une a los dos otros por razones
esencialmente tácticas, es decir, a fin de no perder las ventajas que
pretendía haber logrado de su propia negociación bilateral. Si
las negociaciones comienzan a dos en 1990, en enero de 1991 Canadá solicita
un lugar en la mesa de negociaciones, solicitud que fue reciba por el presidente
Bush, aparentemente después del apoyo entusiasta que aportó Canadá
a la operación ?Tormenta del desierto? contra Irak.
Las innovaciones del TLCAN
Las principales innovaciones del TLCAN se pueden encontrar en el capítulo
10 sobre los mercados públicos, el cuál se aplica a las ?entidades
públicas de las provincias y de los estados?, así como en el capítulo
11 sobre las inversiones, y en particular, el artículo número
1109 sobre la repatriación de las ganancias y de los beneficios; el artículo
1110 sobre las compensaciones en caso de repatriación, y finalmente al
artículo 1116 que permite de ahora en más que el inversor de una
de las Partes tenga la facultad de valerse del procedimiento de reglamento de
las diferencias. Estas tres innovaciones fueron retomadas en el acuerdo multilateral
sobre la inversión (AMI), negociadas por instigación de la OCDE
y posteriormente puestas de lado a partir del otoño de 1998.
De este modo, hay que subrayar que TLCAN no sustituye completamente al TLC,
ya que varias disposiciones del primer acuerdo fueron integradas al segundo.
Desde este punto de vista, nos encontramos actualmente en América del
Norte confrontados a mecanismos de integración de geometría variable,
que crecen en complejidad si tenemos en cuenta la situación que prevalece
a nivel de los gobiernos que no son centrales, y en particular a nivel de la
economía quebequense.
Una conclusión de conjunto: el libre comercio y la
economía de las provincias en Canadá
Como los nuevos acuerdos de libre comercio cubren de más en más
temas que recaen bajo la jurisdicción de las provincias por un lado y
como las provincias mismas no tienen ninguna estrategia concertada en la materia
de la otra provincia, cada gobierno decide de ratificar o no las cláusulas
de los acuerdos que caen en su área de competencia legislativa. De estas
estrategias diferenciales surge una extraña complejidad de mecanismos
de aplicación y de sanción de las disposiciones del ALENA y, en
particular, de dos acuerdos paralelos, el Acuerdo norteamericano de cooperación
en el área del Trabajo (ANACT) y el Acuerdo de cooperación en
el área del medio ambiente (ANACE). Sin embargo, en este capítulo,
respaldado por la unanimidad que prevalece en el seno de las principales formaciones
políticas sobre este tema, el gobierno de Québec pasa por un alumno
modelo ya que no dejó de proceder a la puesta en funcionamiento del ALENA
y de dos de los acuerdos paralelos.5 Además, el gobierno de Québec
es uno de los más activos cuando llega el momento de defender y promover
la negociación de un acuerdo de libre comercio entre las provincias mismas.6
La ausencia de convergencia de parte de los gobiernos provinciales, por ejemplo
entre Ontario decididamente contra el libre comercio y Québec, indefectiblemente
favorable, parece especialmente imputable a la posición estratégica
de su economía sobre el mercado doméstico más que a su
posición sobre el mercado americano. En efecto, tanto Ontario como Québec
poseen superávits comerciales con respecto a los Estados Unidos; por
otra parte, en el mercado interno, la balanza comercial de Ontario es sistemáticamente
positiva, mientras que la de Québec es deficitaria. En el fondo, estas
divergencias reflejan el fenómeno de crecimiento de la integración
de todas y cada una de las economías provinciales , en un eje Norte-Sur,
en detrimento del fortalecimiento de la integración económica
en un eje Este-Oeste. Testimonio de este proceso es el hecho, por lo menos revelador
de que, allí donde hace apenas una década, las economías
de provincia producían primero para su mercado interno, luego para el
mercado de otras provincias y finalmente para los mercados extranjeros, sucede
que, desde hace poco tiempo, los Estados Unidos ocupan el segundo lugar delante
de los intercambios comerciales que las provincias mantienen unas con otras..7
2) Libre comercio y poder político
En la sección siguiente, vamos a cambiar el ángulo de acercamiento
y abordar el tema de las relaciones entre la liberalización de los intercambios
y el régimen constitucional en las federaciones que son parte constituyente
de estos acuerdos. Este tema es relativamente nuevo en la medida en que, históricamente,
no se planteaba en los términos en los que se plantea hoy. En efecto,
en un contexto federal, en el que en principio, la soberanía está
dividida entre dos niveles de poder, los compromisos suscritos por el gobierno
central en el nivel internacional no pueden ser impuestos a las unidades constituyentes
a menos que éstas así lo consintieren. Sin embargo, si bien la
firma de los acuerdos de libre comercio no cuestiona esta práctica, los
más recientes de ellos como el ALE y el ALENA y tal vez sobre todo el
eventual Acuerdo de libre comercio de las Américas (ALEA/ ALCA), sancionan
un nuevo principio según el cual los poderes centrales deben comprometerse
a hallar los medios para extender la aplicación de los términos
de los acuerdos a las provincias y a los Estados, así como a los poderes
locales.
Es por lo tanto interesante de destacar como estas exigencias son satisfechas
y que riesgos implican. Para alcanzar nuestras metas, efectuaremos un pequeño
desvío que nos conducirá a dar algunas cifras susceptibles de
darnos una idea de la magnitud del problema, después de lo cual nos inclinaremos
sobre una iniciativa en particular, que parece ilustrar muy bien los desafíos
políticos que plantea la profundización de la integración
económica.
Contrariamente a lo que pretende la corriente neo-liberal que defiende todavía
, a pesar de todos los desmentidos pasados y recientes, la tesis según
la que la nueva generación de acuerdos de libre comercio acrecienta la
riqueza y la autonomía normativa de los poderes públicos, estos
acuerdos tienen al contrario efectos determinantes sobre las políticas
económicas nacionales ya que las autoridades recurren cada vez más
a la privatización de los activos colectivos, a la desregulación,
a la liberación de los precios, así como a la reforma de las políticas
sociales a fin de ajustar la dimensión interna de su gobierno a las exigencias
suscritas a nivel externo.
Pero, estas limitaciones no son ineludibles, ni por asomo. Se puede, y se debería,
buscar estrategias de menor repercusión para las poblaciones afectadas
así como para los medios de vida. Es hoy sabido (Grieve Smith, 1999)
que las acciones más rentables, en términos económicos,
son las que logran reunir la economía y la política, y esto, en
varios niveles al mismo tiempo. Dentro de estos niveles, podemos retener el
de la legitimidad misma del proceso de integración económica que
debería basarse en una información abierta y en una credibilidad
fuerte inscrita en mecanismos de consulta transparentes y accesibles al mayor
número posible. En la hora actual, la integración económica
es objeto de transacciones secretas llevadas a cabo entre un número reducido
de actores privilegiados. Por otra parte la expresión de ?desafío
democrático?, es la que trasmite sin duda mejor las lagunas inherentes
al proceso actual de globalización de los mercados. En este capítulo,
es esencial exigir la mayor transparencia de parte de los gobiernos y brindar
toda la mayor claridad sobre las instancias intermedias de las negociaciones
en las que los ejecutivos sesionan de común acuerdo con los medios de
negocios que tienen un rol cada vez más determinante en las transacciones
en curso a nivel planetario. En este sentido, y a este efecto los mecanismos
de negociaciones previstos en el ALENA son demasiado opacos y ocultos, como
lo son también los del ALCA.
Librados a sí mismos, los ciudadanos y sus organizaciones no están
sólo desprovistos frente a la globalización de los mercados, sino
que están sobre todo ignorados. Qué puede querer decir la palabra
clave de ?democracia? cuando tantas preguntas y apuestas se nos escapan totalmente?
En la Red de Quebec sobre la integración continental (RQIC), hemos buscado,
en el transcurso de los últimos años, de levantar el desafío
y, contra la globalización de los mercados, hacer prosperar un proyecto
de globalización social. Nuestra acción prosigue en dos niveles,
a nivel doméstico y a nivel internacional. En el primer nivel, nos hemos
comprometido activamente con la difusión de informaciones y la formación
brindada por las organizaciones miembros, mientras que a nivel internacional,
trabajamos con otras coaliciones del continente en la construcción de
una Alianza social continental.
Este año, hemos producido un instrumento de formación titulado
?La globalización de qué, cómo, para quién?? que
servirá de documento de base en las giras que vamos a efectuar en otoño;
paralelamente, nos comprometimos a preparar toda una serie de eventos, es decir
Foros sociales y Foros populares que se desarrollarán al margen de encuentros
oficiales entre los participantes gubernamentales y las organizaciones patronales
en los meses y años venideros. Así es que participamos de la preparación
de un Foro Social que se llevará a cabo hacia fines del mes de octubre
de 1999 al margen de la Conferencia ministerial de Toronto, y por supuesto,
que vamos a poner nuestro mejor esfuerzo para organizar el Foro paralelo en
previsión de la Tercera Cumbre de las Américas que tendrá
lugar en Quebec en la primavera del 2001.
Por supuesto, no podemos pretender que nuestros objetivos sean fáciles
de alcanzar, pero somos cada vez más numerosos y numerosas los que rechazamos
la globalización de los mercados, con todas sus implicancias a nivel
interno y a nivel internacional. Si el peso del número es un indicador,
juntos pondremos en cuestionamiento la estrategia actual de los poderes políticos
y los compromisos a los que han suscrito.
Bibliografía Sumaria
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2 Études économiques de l?OCDE 1997-1998, Mexique, OCDE, 1998,
p.155
3 Idem, p.3.
4 Idem, p.6.
5 Ley relativa a la puesta en marcha de los acuerdos de comercio internacional,
1996, capítulo 6, sancionada el 13 de junio de 1996. La Provincia de
Alberta había procedido de la misma manera el año precedente adoptando
su ?International Trade and Investment Agreements Implementation Act?, el 24
de octubre de 1995. concernant la mise en oeuvre des accords de commerce international,
1996,
6 Ley relativa a la puesta en marcha del Acuerdo sobre el comercio interior,
1997, capítulo 9, sancionado el 16 de abril de 1997.
Por ejemplo, en 1994, el valor de las exportaciones de Québec hacia los
mercados extranjeros representó 25% del PNB y 35% en el caso de Ontario,
mientras que las exportaciones hacia las otras provincias contaban por 14% del
PNB del Québec y 11% de Ontario. Ver: D. Brunelle et C.Deblock, ?Free
Trade and Trade-Related Issues in Quebec: The Challenges of Continental Integration?,
The American Review of Canadian Studies (Spring 1997): 63-85.
8 El texto que sigue se inspira de trabajos en curso de realización y
retoman ciertos desarrollos de un artículo firmado a tres por Yves Bélanger
y Christian Deblock, del cual se encuentra la referencia en la bibliografía.
9 Para hacerse una idea del alcance de la reapertura de las negociaciones, incluimos
un largo extracto de la Sección B Lista de Canadá, Servicios excluidos
por categoría principal de servicios: Los mercados de servicio siguientes
están excluidos:
A. Búsqueda y desarrollo: Todas las categorías;
B. Estudios y análisis especiales, que no sean la RD;
C. Servicios de arquitectura y de genio;
D. Servicios de tratamiento de la información y servicios conectados
con las telecomunicaciones;
F. Servicios eferentes a la conservación y a los recursos naturales;
F011 Servicios de expansión de pesticidas e insecticidas; F021 Servicios
veterinarios y servicio de mantenimiento de animales (incluidos los servicios
eferentes al ganado); F059 Otros servicios eferentes a la conservación
y a los recursos naturales;
G. Servicios de salud y servicios sociales: Todas las categorías;
H. Servicios de control de calidad, servicios de prueba y de inspección
y servicios de representación técnica;
J. Mantenimiento, reparación, modificación, reconstrucción
e instalación de equipos; Servicios eferentes al equipamiento de los
transportes; J019 Mantenimiento, reparación, modificación, reconstrucción
e instalación de equipos eferentes a los barcos; J998 Reparación
de navíos no nucleares;
K.Actividades de guardia y servicios anexos; K0 Servicios de cuidado personal;
K105 Servicios de guardia; K109 Servicios de vigilancia; K115 Preparación
y disposición de bienes excedentes;
L.Servicios financieros y anexos: Todas las categorías.
M.Explotación de instalaciones gubernamentales: Todas las instalaciones
explotadas por el: ministerio de Defensa, de Transportes, el ministerio de Energía,
de Minas y de Recursos y por todos los ministerios;
R.Servicios profesionales, servicios administrativos y servicios de apoyo de
la gestión; R003 Servicios Jurídicos (salvo las consultas versando
sobre el derecho extranjero); R004 Homologación y acreditación
de productos y de instituciones que no sean las instituciones de enseñanza;
R007 Servicios de genio de sistemas; R012 Servicios de brevets y de marcas de
comercio (etc);
S.Servicios públicos: Todas las categorías;
T.Servicios de comunicaciones, de fotografía, de cartografía,
de impresión y de publicación:Todas las categorías;
U. Servicos de educación y de formación; U010 Homologación
y acreditación de instituciones de enseñanza;
V. Servico de transporte, de agencias de viaje y de mudanzas...
10Los siguientes extractos del comunicado emitido por la Comisión del
ALENA en ocasión de su Quinta reunión llevada a cabo en París
(!) el 29 de abril de 1998 dan una idea del espíritu en el cual se condujeron
esas negociaciones. Nos permitimos una larga cita porque este texto no circuló
demasiado ni en Otawa ni en Quebec: ?La Comisión reafirmó, hoy,
su firme compromiso a favor del ALENA(...).
Hemos reafirmado nuestro compromiso en vista de sensibilizar mejor al público
frente a las ventajas del Acuerdo y de proseguir un diálogo constante
con nuestros sectores privados . Hemos también notado la importancia
de proseguir la cooperación con nuestros ministros respectivos de trabajo
y de medio ambiente.
Como prueba de las posibilidades que el ALENA ha suscitado y bajo la recomendación
de nuestros sectores privados , nos hemos puesto de acuerdo en una serie de
alrededor de cien artículos de derechos de aduana que serán eliminados
de manera acelerada, lo que abrirá mayor cantidad de mercados nuevos
a nuestros sectores privados y traerá aparejado cerca de un millar de
dólares americanos en intercambios comerciales derivados del ALENA. (Una
lista tipo de las categorías figura en el anexo). Hemos confirmado que
las modificaciones necesarias entrarán en vigencia antes del 1 de agosto
de 1998, en cuanto los procedimientos jurídicos nacionales estén
terminados en cada país. Hemos también confirmado que las negociaciones
sobre la eliminación acelerada de los derechos de aduana habían
instaurado un proceso muy constructivo de consulta y de comunicacación
entre los sectores privados de los países del ALENA. Las autoridades
gubernamentales continuaran apoyando las iniciativas de la industria en esta
área.
Hemos tomado nota del avance general del programa de trabajo del ALENA, que
abarca las actividades de mas de veinte comités o grupos de trabajo,
así como de múltiples organismos complementarios asociados. Estamos
dispuestos a seguir adelante, basándonos en los éxitos obtenidos
hasta el momento y hemos dado directivas a nuestros agentes para que procedan
a un exámen funcional del programa de trabajo y que sometan a los ministros,
antes del fin de 1998, recomendaciones referentes a la estructura, los mandatos
y las prioridades de esos organismos. Respecto a este tema, hemos también
decidido que nuestros secretarios de comercio se reúnan regularmente,
al menos dos veces por año, con el fin de asegurar una supervisión
seguida en las altas esferas del programa de trabajo del ALENA y que Canadá
acoja la próxima reunión en el transcurso del otoño de
1998.
(...)
Hemos reconocido el rol preponderante que la OMC (Organización Mundial
del Comercio) puede tener como piedra angular del sistema comercial mundial
basado en reglas. Hemos reconocido la importanccia de la Conferencia a nivel
ministerial de la OMC, el mes entrante, en vista de impulsar una mayor comprensión
internacional y una mayor liberalización multilateral, y contamos con
aprovechar el aniversario del GATT (Acuerdo general sobre los aranceles de aduanas
y de comercio) para subrayar las ventajas del comercio liberalizado. Nos hemos
felicitado del proceso ininterrumpido de liberalización del comercio
en el hemisferio y, en particular, de la apertura fructífera de las negociaciones
sobre la ZLEA (Area de libre comercio de las Américas), este mes, en
Santiago.
Hemos convenido que Canadá acogerá a la próxima reunión
a nivel ministerial de la Comisión del ALENA, en ocasión del quinto
aniversario del ALENA, al comienzo de 1999.
11 El número 164 se desglosa de la manera siguiente: 22 en Venezuela,
incluyendo el distrito federal, pero sin contar un territorio ni las ?dependencias
federales?, 26 en Brasil y 23 en Argentina, a los que conviene agregar los 91
de América del Norte, que hemos detallado anteriormente, y sumándole
dos territorios canadienses ya que el Ninavut no existía todavía
en esa época
12 Los cinco parlamentos mencionados son: el Parlamento Latino Americano, el
Parlamento Andino, el Parlamento Centro Americano, la Asamblea Parlamentaria
de la Comunidad del Caribe y la Comisión Parlamentaria conjunta del MERCOSUR.
Nota: Extractos de este texto se han difundido en el documento Le Québec
et la Mondialisation, publicado por el Bloc Québecois en otoño
de 1999.
Traduccì realizada por Gustavo G. Dans, Presidente, Centro de Estudios
Canada-Uruguay, Montevideo
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